Machu Picchu es un antiguo poblado inca ubicado en las montañas de Perú, a unos 80 kilómetros al noroeste de Cusco. Los arqueólogos creen que Machu Picchu fué construida como un hogar para el emperador de los incas. También es conocido como la Ciudad Perdida de los Incas.
Este Santuario histórico, es una de las joyas arqueológicas y arquitectónicas más importantes del Imperio Inca. Machu Picchu forma parte de las nuevas siete maravillas del mundo moderno desde 2007.
Machu Picchu no fué conocido por el mundo exterior hasta que el arqueólogo estadounidense, Hiram Bingham, descubrió el sitio en 1911. Desde entonces, una gran parte del asentamiento ha sido restaurado y hoy, Machu Picchu atrae a cientos de miles de turistas de todo el mundo. En 1983 se convirtió en Patrimonio de la Humanidad.
Viajar a Machu Picchu no es fácil para los visitantes, pero merece mucho la pena. Hay que tomar un avión a Lima. De ahí llegar a Cusco, capital del Imperio Incaico, una pequeña ciudad en Los Andes. Una vez allí, hay que aclimatarse a los 3500 metros de altitud.
Desde Cusco, muchos turistas toman el tren a Machu Picchu, aunque los más aventureros suben por el Camino Inca, una travesía que dura unos tres o cuatro días. Para recorrer el camino del inca hay que reservar, ya que las autoridades peruanas permiten un número limitado de visitantes al día.
Al llegar allí, Machu Picchu nos ofrece una imagen espectacular. Situado en la cima de una colina alta con fuertes pendientes cayendo a los valles de abajo. Las montañas a menudo están cubiertas de niebla y nubes haciendo la experiencia aún más mística.
Las ruinas de Machu Picchu se dividen en dos secciones. Por un lado, la zona de agricultura, donde se puede ver como los incas trabajaron sus tierras e hicieron crecer sus cultivos. Por otro lado, la zona urbana, donde nos encontramos el templo del sol y otros edificios donde la gente vivía y adoraba a sus dioses.
Muchos turistas recorren Machu Picchu en un día y toman el último tren de regreso a Cusco, pero algunas personas se toman su tiempo y pasan la noche en Aguas Calientes, el pueblo más cercano, a solo 6 kilómetros de distancia. Aquellos amantes del senderismo y la naturaleza pueden hacer rutas por las montañas cercanas y visitar picos más pequeños en el zona. Una oportunidad única que hay que aprovechar estando en semejante lugar.
El camino del Inca:
Es la caminata más famosa de Sudamérica, tal vez del el mundo, y una experiencia que te puede cambiar la vida. Caminar por el Camino Inca a través del Valle Sagrado hasta Machu Picchu es arduo y sobrecogedor. Cuatro días de frío, dolor y agotamiento se disipan a medida que la niebla se eleva para revelar los picos de color esmeralda y las ruinas en las terrazas de la antigua ciudad mística.
Los mejores meses para recorrerlo son los meses secos, entre abril y octubre. La temporada alta va de junio a agosto, ya que las vacaciones de verano en el hemisferio norte se ponen en marcha. Tenga en cuenta que el Camino Inca está cerrado durante el mes de febrero. Aprovechar la temporada media para evitar las grandes multitudes es una buena idea.
Hacer las reservas en el Camino del Inca con varios meses de anticipación, hasta un año si el año va a ser en temporada alta.
Elegir una agencia de trekking con cuidado. Comparar y hacer muchas preguntas: qué tendrá que cargar, cuántas personas irán por tienda de campaña, cuántos cargadores para el grupo… Vale la pena pagar más por una agencia de buena reputación que trata bien a sus porteadores y respeta el medio ambiente.
No importa en qué época del año, el camino se enfría por la noche. Llevar un saco de dormir cálido y ropa calentita.
Otros artículos imprescindibles: zapatos resistentes, una linterna (con baterías nuevas), tabletas para purificar el agua, refrigerios ricos en calorías y un botiquín básico de primeros auxilios.
Llevar dinero peruano para comprar agua embotellada y refrigerios en el camino, así como para dar propina a la guía, el cocinero y los cargadores.
El mal de altura es grave y puede arruinar el viaje. El mayor error que uno puede cometer es volar directamente a Cuzco (3326 m) y esperar caminar al día siguiente. Hay que tomarse unos días para adaptarse a la altitud primero.
Si no se pudo obtener una reserva para el Camino Inca, Perú está lleno de excelentes alternativas. Partiendo desde Cusco tenemos El Salkantay Trek, con una duración de 4 a 5 días. Comienza solo a unas horas de Cusco y termina en Aguas Calientes (desde donde luego se puede acceder a Machu Picchu), y está lleno de impresionantes vistas naturales durante todo el camino. No se necesitan permisos para Lares Trek , una caminata rápida de 2 a 3 días en los Andes llenos de lagos turquesas y comunidades indígenas. O tal vez un viaje en autobús de ocho horas al norte de la capital, Lima, es su boleto a Cordillera Huayhuash en Huaraz, uno de los favoritos de los adictos a la aventura.
